Para obtener una impresión precisa de la vida en Holanda en los siglos XVII y XVIII, visite Zaanse Schans.
Aquí veremos casas auténticas, molinos de viento, una fábrica de hojalatería, una fábrica de quesos y lácteos y otras artesanías. Cuenta la historia que en esta región funcionaban 639 Molinos. En ese momento, los productos comerciales de todo tipo de países llegaban a Zaanse Schans a través de Ámsterdam. Hoy en día, varios de estos molinos de viento todavía están operativos y vale la pena visitarlos. Podemos ver cómo funcionan estas máquinas eólicas, por dentro y por fuera. Pasee por la panadería y disfrute del olor de las galletas recién hechas, o eche un vistazo al almacén donde se fabrican los zuecos. Y no te pierdas la fábrica de queso y la fundición de peltre.